Aun hoy en día, el misterio del contagio del bostezo no ha logrado resolverse. En un principio se creyó, que estaba asociado al incremento de dióxido de carbono en la sangre, lo que ocasiona mayor necesidad de oxígeno; sin embargo, esta hipótesis ha sido rechazada.
Algunas hipótesis plantean que es una reacción instintiva que permite mantener el cuerpo listo para “la acción”, y que lo contagioso se debe a que es una forma primitiva de comunicación a través de la cual varios animales se “sincronizan” y mantienen el mismo estado de ánimo, algo similar a los aullidos que emiten los perros o una manada de lobos.
El bostezo espontáneo es un fenómeno que requiere una coordinación de movimientos faciales, orales, laríngeos y de los músculos torácico-abdominales. Según diversas investigaciones, se postula que el bostezo es una expresión común entre los vertebrados y en los primates, que se presenta desde el nacimiento y que se trata de una acción estereotipada, irreversible e incontrolable.
Incluso se señala que entre 40 y 60% de las personas mayores de cinco años reaccionan con un bostezo propio luego de observar uno ajeno.
A la ausencia de contagio del bostezo en infantes se le ha asociado con una inmadurez cognitiva social o una falta fisiológica del desarrollo de las estructuras cerebrales que procesan la información social. Se cree que para los infantes la coordinación y sincronización con su grupo no constituye una prioridad vital, siendo la relación que mantienen con sus madres la que define su supervivencia.
Mira un video interesante con otra explicacion del porque los bostezos se contagian